martes, 30 de agosto de 2016

Bitácora de una practicante. Parte I: Educación sexual.






Todos nos hemos cruzado con practicantes adentro de una escuela. Tengo algunos recuerdos de mis épocas de primaria con gente apareciendo de la nada con un cuadernito, mirando raro todo lo que para mí era un habitual escenario de bodrio interminable y asombrándose de vaya a saber qué cuernos. Aparentemente... ¡hay gente a la que le interesaba eso!


Ahora soy una de esos híbridos invasores, cruza singular de profesor, estudiante y ratita extraña que aparece súbitamente en un rincón de la clase a incomodar educadores y hostigar educandos con miradas de soslayo, acobachándose en un rincón y tomando nota.  

Hoy me tocó ir a observar como todos los lunes desde hace más o menos un mes. Hoy la profesora nos envió a hacer "control" de grupos mientras se tomaba lección individual, tarea que consistió esencialmente en interrumpir pequeñas bandadas de adolescentes en esas charlas y distracciones que surgen naturalmente cuando el responsable del curso mira para otro lado por más de 5 minutos y se vuelven conscientes de que por una media horita, cuarenta minutos tope, son libres de todo escrutinio. Mi arma es una fotocopia de libro en la cual se muestran los temas a dar, los incomodísimos fecundación, embarazo y parto... y hay que sacar pecho y salir a molestar gente. Me levanté, tomé coraje y salí a presentarme e intentar hablar, sintiéndome una mezcla de telemárketer a la que saben que van a colgarle el teléfono y de predicadora desesperada que busca iniciar conversación para comunicar las grandes verdades y salvaciones que ofrece conocer un poco más acerca de la Biología. "¿les puedo dar una mano en algo?" pregunté, estúpidamente, y obviamente me dijeron que no, mirándome con cara de "vos quién carajo sos".

Me acobardé, volví a mi banquito derrotada, y me puse a releer la fotocopia para ver en qué podía meter un bocadillo. Seh, no podía ayudarles en nada claramente, porque el texto era una recopilación de terminología específica y detalles cuidadosamente cuantificados, lejanísimos del sentido común y la percepción de realidad de esas situaciones... interesante de revisar, sí, pero complicado. 

Vuelvo a mi ronda, insistiendo otra vez en el grupo y les pregunto si les puedo ayudar con la lección que preparan y un par de oportunistas se prenden y me consultan para raspar datos y poder zafar mejor del oral que los esperaba. Y ahí se puso entretenido y se ponen a contarme qué leyeron, revoleándome dudas. 

Una pibe me dice eruditamente que va a dar como tema profiláctico, contándome que están hechos de látex y modos de colocarlo, creo que intentando incomodarme intencionalmente usando disfemismos. Aprovecho para hablar sobre profilácticos de nitrilo y poliuretano para los alérgicos (bocadillo que aprovechó para tirar en lección) y recupero cierta atención explicando que la palabra "verga" significa rama o palo y técnicamente es válida para hablar de anatomía, aunque por su interpretación peyorativa se prefiere llamarle pene -lo cual tampoco es demasiado académico si nos ponemos a pensarlo, porque significa "cola" en latín- y quizá si quisiéramos ser correctos tendríamos que decir falo, cosa que no alude tanto a apariencias sino a su capacidad de hincharse y permanecer erecto debido a la irrigación sanguínea. Verga es el palo que sostiene las velas de barcos, verja es la reja hecha con varios palos (varias vergas) afirmados entre sí. Nota mental, después de decir verga un par de veces la palabra pierde el aire de tabú y paran de reírse.




Sigo la charla presentando mi caballito de guerra predilecto: hay nombres científicos que fueron dados por gente muy poco original que vió órganos sexuales en la forma de las plantas. Los invito a imaginar las formas de los hongos de especie phallus, la flor del amorphophallus titanum, la enredadera llamada clitoria, y a considerar que es buen recurso que si desconocen una palabra busquen su origen para recordarla. Como reflexión, agradezco haberles dado información e incomodidad suficiente como para que no lleguen a preguntarme qué significa pija, porque no tengo idea... su reflejo  fue preguntarme cómo es que sé todo lo que les dije, y bueno, pues simplemente me gusta la botánica. Me retiro amablemente después de ese comentario, incómoda y sudando nervios, y no puedo evitar reírme al pensar que logré interesarlos -aunque sea momentáneamente- en la taxonomía. Ingenuos. 




El segundo grupo se limita a preguntarme sobre mí. ¿Cómo me llamo? ¿qué hago ahí? ¿porqué me gusta la biología? ¿qué campo de biología me llama la atención? Zafo diciéndoles que para mí la biología es una forma más amplia de conocer el mundo y el propio cuerpo, y que conocer nos da la posibilidad de saber más acerca de los alimentos que consumimos, las medicinas que usamos, las formas en que extraemos recursos (...)  y me cortan preguntándome qué equipo de fútbol me simpatiza, despachándome para seguir jugando a las cartas bajo la mesa. En su defensa, el líder grupal está en ese sector y el pibe es un crack, de esos que absorben contenidos con solo oír hablar al profesor y que siendo consciente de su capacidad, carisma y verborragia se sacrifica heroicamente cada clase interviniendo de manera activa para liberar a la clase del yugo de su educador, aunque no es tan altruista como para negarse a tener su propia corte, por supuesto. Estando al tanto de mi intromisión y reconociendo mi nula autoridad me limito a recomendarles que bajen la voz para evitarse y evitarme llamadas de atención y me llamen si necesitaran una mano. La negociación les parece justa y deciden cooperar. Sigo mi viaje.

Aterrizo en el tercer grupo. El primero fue homogéneo, provocador y defensivo; el segundo simbiótico en su diversidad y orientado a la negociación. Avanzo viendo auriculares, un celular y cabezas gachas. Avanza mi compañera preguntando qué leyeron, la contestación es "todo" y es claro que no van a querer hablarme. Por rutina, pregunto si hay alguna palabra que sea extraña o cosa que pueda aclarar y recibo de sopetón... "Acá dice que una blástula tiene 100 células, ¿eso como lo saben?" y empiezo a amarlos cuando me doy cuenta que caí en el grupito escéptico y que no se van a tragar nada de lo que diga sin fundamento. Les contesto que ningún cuerpo es idéntico, que estudiamos por aproximación y que en promedio al llegar al ciento y algo de células se empieza a juntar líquido en medio y forman una bolsita que se llama blástula... y me revolean los ojos con los nombres.

Les pido que me lo digan con sus palabras y veo que uno me dibuja circulitos, otro gesticula. Veo la brecha para apelar a herramientas visuales: una mórula parece una mora, una blástula es una bolsita... y una gástrula es hueco, una invaginación...un principio de culo. Sí, todos en alguna etapa primitiva de nuestra vida fuimos únicamente un proto-culo. No, no dije culo, pero ellos entendieron que quise decir culo. Culo.



De ahí fuimos a las distintas etapas de desarrollo, hablamos sobre por qué las embarazadas hablan en semanas y necesitamos una calculadora para traducir a meses, miramos un diagrama horrible del corte vertical del cuerpo de una embarazada y de qué cambios les parecía que sucedían ahí. Un impulso púber los llevó a preguntar primero por las mamas y les expliqué que no es lo mismo un pecho femenino con glándulas inactivas y compuesto mayormente de grasa, que uno que se encuentra produciendo y acumulando leche, así que aumentan más o menos al triple... caras de baba prosiguen al comentario. Notan la presión sobre la vejiga, los cambios de la espalda y los músculos y uno se compadece de sus primas. Me preguntan sobre panzas azules, línea nigra, vómitos y ñañas olfativas, de dónde vienen los gemelos, alcoholismo en embarazo (y no me animo a contarles sobre la totalidad de signos comunes en el síndrome de alcoholismo fetal por miedo a que empiecen a inspeccionar surcos nasolabiales). Termino la clase ahí, no sin cierto orgullo de que después de que yo terminara empezaran a preguntar exactamente lo mismo a la docente que se acercó a escrutar la causa de la charla que se armó y recibir una miradita de aprobación por parte del más esquivo. 

Mi bajón del día, es que me asignaron tema. A pesar de que con anatomía me siento comodísima, siento que hubiera estado bueno tener la delicadeza y el tacto de no asignarle a una estudiante de profesorado que claramente busca guía y apoyo para formarse, justamente, el tema de alimentación y específicamente obesidad... estando gorda. Decido ser positiva, tomarlo como un reto y como una oportunidad para charlar sobre alimentos vs nutrientes a detalle explotando el contexto social y alimentación, hablar sobre los riesgos cardíacos, hormonales, musculo-esqueléticos y reproductivos que puede causar... reservándome para el final una buena disertación sobre el hipotiroidismo (en mi caso, congénito) y aprovechar el tema embarazo dado previamente para insistir en el test de talón, porque no soy gorda: es glandular (meeeeeentira, soy consciente de la naturaleza acaparadora de mi cuerpo, de mis contradicciones y de sus peligros... pero me rehúso a privarme del placer de comer). Así que será una oportunidad, y me da la chance de hablar de algo que conozco -literalmente- en carne propia y sacarle el jugo. 

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Y ese fue el cierre de mi primer fogueo con este curso. Sigo amando el momento en que decidí dedicarme a esto. Si a tiempo alguien lee esto, agradecería infinitamente sugerencias, críticas, opiniones o lo que venga, todavía tengo para un mes en estos lares.

Continuará.

jueves, 9 de junio de 2016

Jaulas rosas: proteccionismo berreta en lugar de defensa de derechos.



Ayer me desperté con la siguiente noticia:
La legisladora porteña Graciela Ocaña presentó un proyecto de ley para que las formaciones de la red de subterráneos de la Ciudad cuenten con vagones exclusivos para mujeres a fin de evitar situaciones de acoso o abuso. (...)
  
Decir vagón rosa es decir que tenemos que aislarnos para mantenernos seguras y que de no hacerlo seremos víctimas de abuso. Es poner en papel de acosador o cómplice a todo hombre que use el transporte público, y es una ofensa y minimización más en la lucha en contra de la violencia de género. Peleamos por la igualdad de derechos para todos y por ser, TODOS, libres de toda opresión: si me preguntan mi opinión, 

No hay ningún motivo por el cual sea legítimo 
separarnos en cajitas para que no nos toquen:
Hay que frenar la violencia, 
no encapsular las potenciales víctimas.

En vista de estas propuestas, siempre es interesante analizar qué es lo que categorizamos cómo mujer y a quiénes, en función de ese concepto, admitimos en un vagón rosa.

  • Si categorizamos por sexo biológico, ¿cómo acreditarse hembra para entrar? Si es por genitalidad, ¿las mujeres trans se tienen que bajar del vagón? Y si las bajan, ¿es porque son acosadoras? Los hombres trans, biológicamente hembras pero con identidad de género masculina ¿pueden entrar al vagón rosa? Si no pueden entrar ¿es porque son acosadores? 
  • Si es por apariencia, ¿existe un estándar de apariencia femenina? Si no encajaras en ese estándar, ¿tenés que irte a otro vagón? ¿Si te vas a otro vagón sos acosadora? ¿Qué sucedería si un acosador decidiera arreglarse acorde a ese estándar y salir a hacer la suya?
  • Si es por documentación, ¿qué datos (más, recordemos que existe la SUBE) van a pedir para poder usar transporte público? ¿Quiénes y cómo llevarían ese control? Si no quiero, ¿me dejan viajar? Si no me dejan viajar, ¿soy acosadora? ¿No se convertiría esto en una invasión más a la privacidad de las personas?

Finalmente, en función de la frecuente ausencia de denuncia, de las irregularidades y minimizaciones policiales a la hora de tomar casos, y de los fallos atroces de la justicia argentina en lo que a abuso sexual refiere... 

¿qué hago si soy acosada en el vagón rosa?
¿qué pasa si un hombre es acosado en un vagón genérico?

Separar los sexos en potenciales víctimas y victimarios no hace más que repetir el clásico discurso machista del "sexo débil" y pasa por alto la problemática real. Para frenar el abuso y la violencia es necesario unirnos como sociedad. 

Por eso cierro invitando a toda persona que lea esto, que tanto si ha sido víctima de abuso como si es testigo de ello, que pida asistencia, denuncie y reclame la ampliación de la red de tratamiento de estas situaciones: se necesita presupuesto para la aplicación de la ley de género, para los organismos, instituciones y formación de especialistas que se encarguen de su atención, refugios para víctimas de violencia y recursos para informar a la población acerca de los procedimientos para prevenir y accionar en estas y otras tantas situaciones.
 
 No nos quedemos quietos ni pasivos. 
  • Recursos para denunciar casos de violencia en Argentina
  • En caso de necesitar asistencia y apoyo, llamar a la línea 137 que funciona en CABA, y la 144 a escala nacional.
  • En caso de emergencia, llamar al 911
  • En caso de problemas con denuncias (si no te la toman, o te minimizan) podés llamar al 0800-555-5065 o acercarte a la fiscalía correspondiente a tu distrito, donde podés denunciar irregularidades cometidas por las fuerzas de seguridad, entre otros delitos o situaciónes que afecten a la seguridad pública.


martes, 7 de junio de 2016

Cepillarse los dientes: control de poblaciones, mineralogía bucal y limpieza inteligente.



No hay cosa que haya odiado más en mi infancia y adolescencia que ser enviada a lavarme los dientes. Nunca le tuve demasiado cariño a mi dentadura, hasta que entre mis 17 y 20 años cuatro muelas del juicio, dos de ellas horizontalizadas, me volvieron loca y me hicieron tomarle cierta fobia a la silla del dentista. Después de varias urgencias odontológicas, eventualmente llegué a tomar una postura más consciente acerca del cuidado que requiere mantener un "comedor" saludable. 

Una dentadura sana afecta de gran manera la calidad de vida de una persona. Todos conocemos historias acerca del dolor dental, que involucra cefaleas, dolor de oído y problemas para concentrarse o descansar... pero dejamos de lado que estas estructuras óseas se encuentran en nuestra cabeza, junto a tejidos blandos con mucha irrigación sanguínea que pueden ser foco de infección y transmitirlas a otras estructuras a través del torrente sanguíneo.

La higiene bucal involucra tanto el correcto uso de hilo dental, dentífrico y enjuagues como el cuidado en la alimentación, que retomaré en futuros posteos porque la frase "somos lo que comemos" es reiterativa pero absolutamente cierta. Insisto en llevarla a las aulas porque es una de las enseñanzas más importantes que puede inculcar un docente en sus estudiantes para mejorar su vida día a día.


La historia del exterminio de poblaciones bucales.


Optimísticamente, todos nos cepillamos los dientes en lo cotidiano usando un cepillo y dentífrico. Esta práctica tan cotidiana y difundida tiene una historia que remonta 4000 años atrás, cuando los egipcios mezclaron piedra pómez, cáscara de huevo, sal y especias para restregarse los dientes. Posteriormente se patentaron mezclas conteniendo sal, arcilla, tiza, cenizas, carbón, entre otros. Puede horrorizarnos la posibilidad de meter tales cosas en nuestra boca, pero la efectividad de todas esas pastas reside en que esos ingredientes son abrasivos y cumplieron la función de remover la placa de las dentaduras. Y, por otra parte, los preparados que utilizamos en la actualidad también tienen ingredientes que no son del todo lindos. 

Colonia de bacterias esféricas (violeta) junto con glóbulos rojos sobre la superficie de un diente.


Remover la placa dental es importante, pero ¿por qué? Pues porque la placa dental no es más que poblaciones microbianas de variada calaña, refugiadas en la mezcla de saliva y sustancias orgánicas viscosas adheridas a los dientes que proporcionan las condiciones para su supervivencia. Raspar la placa con abrasivos, cepillo e hilo dental mantiene a raya la expansión colonias microbianas y previene problemas de salud, ya que mientras algunas se limitan a sobrevivir, otras pueden causar infecciones y hasta llegar a ser carcinogénicas, como por ejemplo los estreptococos. También puede mineralizarse, dando como resultado cálculos y sarro. 


El flúor y la mineralogía de nuestra boca.


El gran cambio de nuestra era es el agregado de flúor, que volviendo a las cosas impensables que ponemos en nuestra boca, es el elemento más electronegativo de toda la tabla periódica: un agente reductor arrebatador de electrones por excelencia que tiende a reaccionar con todo lo que se le acerque, inclusive con gases nobles (llamados también gases inertes por su célebre capacidad de permanecer sin reaccionar frente a casi todo elemento). En forma de gas el flúor es corrosivo, capaz de quemar vidrio, metales y agua. Se trata de un elemento muy peligroso cuanto mayor sea su pureza, pero, para tranquilizar al lector, aclaremos que se encuentra combinado con otras sustancias que modifican su comportamiento y que en dentífricos se puede hallar en concentraciones de entre 1000 y 1500 ppm (entre el 0,10 y 0,15% de la fórmula).

Cristal de fosfato de calcio, vista con microscopio de electrones.

Es la capacidad del flúor para reaccionar rápida indiscriminadamente la que hace que se asocie fácilmente a estructuras biológicas. No se recomienda su ingestión porque al asociarse con tejidos del sistema digestivo puede causar reacciones adversas, y de ahí viene el clásico reto de madre de "no te tragues el dentífrico", aunque los efectos nocivos aplican en caso de ingestiones masivas y/o sostenidas en el tiempo. Sin embargo, al colocar fluoruros (sales de flúor) en nuestros dientes, el elemento se combina con el esmalte dental, formado por un mineral de fosfato de calcio llamado hidroxiapatita.


Algo importante: los microorganismos de la boca no se alimentan de los dientes. Las caries no son "mordidas" como nos han hecho creer de niños, sino huecos de corrosión productos de las excreciones los microorganismos al alimentarse de azúcares que nosotros comemos. El desecho producido es ácido láctico, y justamente los ácidos son los únicos capaces de disolver el mineral resistente de hidroxiapatita en nuestro esmalte dental, dejando expuestas las partes blandas y porosas causando estragos. Dicho de manera más simple, directa, y quizá, didáctica: 

los agujeros en nuestros dientes son resultado de la acumulación de la caca ácida y corrosiva de los microorganismos que viven en nuestra boca.
 Detállenle eso a un niño, y será muy difícil que descuide su higiene dental. 



Al reaccionar el flúor con el esmalte dental, usurpa violentamente el espacio de un hidróxido en la hidroxiapatita y forma fluorapatita, mineral idéntico pero que por contener flúor posee mayor dureza y resistencia al ácido. El calcio que consumimos es también, gracias al flúor, captado con más facilidad para remineralizar los dientes. Y es por eso que apenas cambiamos los dientes de leche, nos llevan al dentista a ponernos ese gel de sabor asqueroso en la terapia de fluoración. Los enjuagues bucales también contienen sales de flúor.  


¿Qué consumimos cuando usamos crema dental?



Otros ingredientes variables en la composición de productos dentales, que se añaden para mejorar la acción de abrasivos y del flúor o bien, por cuestiones cosméticas (mejorar el aliento, blanqueamiento) son:
  • Carbonato de calcio, que pone calcio a disposición para que sea asimilado en el esmalte (que justamente, es de fosfato de calcio).
  • Detergentes, como el laurilsulfato sódico, SDS o NaDS, utilizado en champúes, jabones y limpiadores de todo tipo (inclusive industriales). El SDS disuelve lípidos y crea la clásica consistencia y espuma de la crema dental.  Es el que da el sabor extraño a lo que comamos después de cepillarnos los dientesporque interactúa con las moléculas de sabor y los receptores de la lengua, suprimiendo los del sabor dulce y destruyendo los fosfolípidos que inhiben los receptores del sabor amargo. En algunos casos, el SDS puede afectar la mucosa bucal causando aftas, por lo que existen pastas dentales con otros detergentes.
  • Abrasivos extra, frecuentemente hallados en las cremas blanqueadoras, que se encargan de "restregar" extra nuestros dientes.
  • Elementos alcalinizantes, que neutralizan los ácidos en la boca que pueden causar el deterioro del esmalte dental.
  • Endulzantes no azucarados, como el xylitol, imposible de digerir por los organismos que forman la placa. Más que un mata-bichos, es un recurso para reducir las poblaciones privándolas de alimento.
  • Esencias y extractos. El mentol activa los receptores de frío en epidermis y mucosa dando la sensación de frescura. También se utilizan otros extractos vegetales para dar sabor y por sus propiedades medicinales. 
  • Colorantes cuyo objetivo es meramente comercial, usualmente en tonos verdes y azules asociados a la "limpieza" o al contenido de esencias vegetales en la marca.

Limpieza inteligente.




Por lo visto en este posteo, a la hora de elegir un método de limpieza dental debemos optar por aquel que garantice la remoción mecánica de la placa, la remineralización del esmalte dental y la prevención de un exceso de acidez bucal. El extra de ingredientes en un dentífrico ofrece es bastante genérico, y a la hora de hacer una elección es poco sabio dejar deslumbrarse por una marca: miremos los reactivos presentes, su calidad y recordemos que la base para prevenir la placa es procurar su estado de inanición, procurando la limpieza posterior a consumir azúcares y/o ácidos y controlando nuestra dieta. Antes de ver la parte cosmética, pensemos en nuestra salud y necesidades reales, invirtamos de manera consciente y así disfrutaremos de una salud bucal que hará que nuestros dientes nos acompañen (¡ojalá!) por mucho tiempo. Y, obviamente, visitemos al dentista periódicamente.

¿Viste algo interesante en la etiqueta de tu dentífrico?
¿Abrazaste a tus padres luego de reflexionar acerca de su insistencia en tu higiene bucal?
¡Dejá tu comentario!


Referencias.
  1. Murray, J. J., 1971: Adult dental health in fluoride and non-fluoride areas. 2. Caries experience in each tooth type. British Dental Journal. 131: 10, 437-442,
  2. Allison, A. M. A.; Chambers, D. H., 2005: Effects of residual toothpaste flavor on flavor profiles of common foods and beverages. Journal of Sensory Studies 20(2): 167- 
  3. Asl Aminabadi N, Balaei E, Pouralibaba F. The Effect of 0.2% Sodium Fluoride Mouthwash in Prevention of Dental Caries According to the DMFT Index .Journal of Dental Research, Dental Clinics, Dental Prospects. 2007;1(2):71-76. 

lunes, 6 de junio de 2016

La ciencia del puré de papas perfecto.




"Cualquiera puede hacer un puré de papas", dicen por ahí. Y es cierto que la metodología es bastante simple: hervir papas y desintegrarlas para dar como resultado una pasta más o menos homogénea, agregando algún que otro ingrediente extra para mejorar la textura y el sabor. Sin embargo, es interesante ver cómo proliferan las recetas de puré de papas y sus críticas en internet: o queda demasiado pastoso o demasiado licuado, que tiene grumos o que no tiene textura... a la hora de la degustación las aguas se dividen y podemos estar horas debatiendo qué puré de papas es mejor. Y quizá no nos hayamos dado cuenta pero, en el proceso, hay ciencia, y eso me entretendré contando en este posteo.

La ciencia de las papas. 


No hay nada más común que una papa. Todos hemos utilizado papas para cocinar, no puede haber nada demasiado extraño en una papa... Pero para ver cómo convertimos esas papas en un glorioso puré, preguntémonos primero, ¿qué son las papas?



Sin ponernos filosóficos y terminar cuestionándonos nuestra existencia, mirémoslas desde el lado biológico: las papas son tubérculos, tallos subterráneos engrosados y modificados para acumular nutrientes de reserva, en este caso de la planta solanum tuberosum.

Siempre es interesante mirar los nombres de las especies vegetales que nos cruzamos en el día a día: el nombre "solanum", que comparten especies tan comunes como la papa, la berenjena y el tomate, viene del latín y probablemente provenga del hábito de estas plantas de crecer en zonas soleadas.

También advierte del efecto "solaz" que provocan los alcaloides contenidos en sus distintas estructuras: uno de ellos es la solanina, de sabor amargo, que puede detectarse con cierta facilidad al ver coloración verdosa en las papas. Este alcaloide que puede causar desde trastornos gastrointestinales a intoxicaciones complicadas, de ahí que se desaconseje comer papas verdes y/o que tengan sabor amargo, y se recomiende cuidar la cocción de las papas maduras, ya que la solanina se degrada con el aumento de la temperatura. 

Yéndonos desde la botánica a la biología celular, los tubérculos se caracterizan por estar formados por células especializadas en almacenar almidón, un glúcido (o hidrato de carbono, como prefieran llamarle) predilecto por las plantas para reserva energética en forma de gránulos. Esas células están "pegadas" entre sí por pectinas, que a grosso modo actúan de "pegamento" uniendo partículas entre sí. Finalmente, esas células se encuentran separadas entre sí por medio de paredes celulares que mantienen el interior de la célula separado del medio externo, encapsulado.




La cocción.


Pensemos entonces en las papas como un aglomerado de cajitas (células) pegadas entre sí con pegamento (pectina), que contienen en su interior bolsitas (gránulos) de almidón.

Los gránulos de almidón poseen una estructura ordenada que les permite hincharse al absorber agua, y volver a su forma original al secarse, siempre que el agua esté fría. Sin embargo, si el agua está caliente, debido a que habrá más energía cinética de por medio, el almidón perderá su forma ordenada y los gránulos se romperán, produciéndose un efecto de gelatinización. 

¿Qué sucede cuando cocinamos las papas? El calor causa la desintegración de las moléculas de pectina que unían las células, que comienzan a soltarse unas de otras. A su vez, las células absorben agua, se expanden, y liberan gránulos de almidón hacia el exterior. Los gránulos de almidón van a absorber agua, y si llegan al punto límite terminarán desintegrándose y liberando las moléculas de almidón que quedarán suspendidas en el agua formando un líquido viscoso (gelatinoso) y blancuzco, y que otorgará mayor o menor consistencia a nuestra preparación. 

Para ir a lo concreto, cuanto menos almidón tenga nuestro puré, menos pegajoso será y viceversa (o dicho en lenguaje científico, la viscosidad del puré es directamente proporcional a la concentración de almidón presente en el mismo) por lo que nuestro objetivo será optar por procedimientos que 
que provoquen la liberación de esta sustancia acorde a nuestra preferencia. 


Los procedimientos para lograr EL puré.


Ya que como dijimos antes, la consistencia depende de la liberación de almidón de las papas, que depende del grado de ruptura de su estructura. Entonces, veremos los siguientes puntos:
  • Al cortar las papas, rompemos su estructura de "aglomerado", dañando paredes celulares. Si usamos un cuchillo filoso lo romperemos menos que si las cascamos, machucamos o rompemos con un cuchillo mal afilado. Del mismo modo, cortarlas muy chicas o muy grandes modifica el modo en que esas estructuras son expuestas al agua, y el grado de absorción que poseerán. Es por este motivo que nadie haría puré con papa rallada.
  • Si lavamos o remojamos la papa cortada, parte del almidón contenido se liberará en el agua. Esto disminuye la cantidad de almidón presente en la misma. Antes de cocinar, eso sí, es conveniente secarla para evitar que los gránulos de almidón vuelvan a su tamaño previo. en lugar de quedar hinchados en la etapa de cocción y terminen liberando un extra de almidón en el agua de cocción. Eso sí: si nos pasamos de remojo se pueden eliminar las sustancias de la papa que degradan las uniones de pectina, por lo que las uniones en las estructuras de la papa no se ablandarán. 
  • Al cocinar las papas, comenzamos con agua fría y salada, que será absorbida por los gránulos de almidón contenidos en los trozos de papa. Es importante agregar la sal en este punto para que sea integrada en los trozos de tubérculo.
  • Deberá observarse el tiempo de cocción, ya que dependiendo de la temperatura los gránulos se desintegrarán en mayor o menor grado, y se producirá gelatinización en mayor o menor grado.

En cuanto a la desintegración, hay quienes usan el kartoffelstampfer (¡sí, el pisapapas!), un tenedor o en casos más sofisticados, un pasapurés. Quienes optamos por la practicidad moderna, lo podemos mandar derecho a la batidora de cuchilla. Como estas herramientas terminan de romper la estructura de la papa cocida, nuevamente entramos en el tema de la liberación de almidón y la "pegajosidad".




Como dijimos antes, hay diferencias sobre cómo reacciona el almidón con agua fría o caliente. Si se quieren evitar los grumos, el puré debe ser machacado cuanto antes, previniendo así que las moléculas se reorganicen y nos afecten la textura del preparado, recordando que cuanto mayor sea el grado de desintegración más viscosa será la mezcla.

En este punto podemos agregar ingredientes "flexibles" que cambien la estructura de nuestro puré: lípidos líquidos (aceite, yema de huevo), sólidos (manteca) o mezclas (leche o crema) que se interpongan entre las moléculas de almidón y den una textura diferente y que por sus propiedades son capaces de realzar sabores aromáticos agregados (especias), o claras de huevo batidas a punto nieve que den esponjosidad por su contenido de aire.

Conservación. 


Con el enfriamiento, nuestro puré recuperará cierta solidez, debido a que las partículas de almidón establecerán lazos entre sí nuevamente y dicho mal y pronto, se endurecerá y volverá gomoso. Es por eso que lo mejor es servir apenas hecho, a una temperatura cálida.


Si deseamos recalentarlo, exponerlo a calor directo sólo provocará más gelatinización. Es por eso que para comer un puré recalentado decente, el calentamiento óptimo será a baño maría agregando materia grasa (leche, aceite, manteca) para darle flexibilidad a la mezcla y que sea comestible nuevamente.


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¿Te gustaría ver más sobre ciencia en la cocina en próximos posteos?

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jueves, 8 de enero de 2015

Charlie y la fábrica de blasfemias.

Mientras escribo esto en la mayoría de los medios puede leerse el nombre "Charlie Hebdo". Las noticias hablan de asesinato a sangre fría terroristas dándose a la fuga, videos cruentos, repudio internacional, hashtags de twitter... 

Resumiendo para aquél que viva en un tupper, Charlie Hebdo es una revista satírica francesa tristemente célebre por publicar caricaturas de Mahoma hace algunos años que le valieron un ataque de fanáticos musulmanes armados con bombas Molotov. Esta vez, dos hombres ingresaron a punta de fusil a las instalaciones matando a 12 personas e hiriendo a otros 20.



En algunos videos que circulan se puede ver que esos hombres gritan "Allah Akhbar", pero podrían decir cualquier otra frase. Los hombres del video presuntamente son musulmanes, pero podrían ser de cualquier religión o agrupamiento con suficientes ganas de callar a alguien de manera drástica. Esta vez fue Charlie Hebdo, pero podría ser cualquier lugar.

"Sharia Hebdo.
-100 golpes de látigo si usted no se muere de risa."

Imaginando los miles de escenarios posibles, nos encontramos que el denominador común es la intolerancia, cortante y sonante: a alguien le molestó que otro dijera algo que no quería escuchar, se sintió ofendido y consideró que tomar un AK-47 y salir a callar gente para siempre era una respuesta adecuada y proporcional a la herida que sintió en su orgullo. ¿Qué es lo más gracioso de todo esto? Que mientras diarios internacionales repudian el hecho revoleando un #JeSuisCharlie por todos lados, hay varios que censuran las tapas de la revista pixelándolas, o bien ni siquiera mostrando la imagen debajo del título... en caso de que le parezca "fuerte" a algún lector.



Otros también se quejan de que los medios no se animan a mostrar las tapas, pero que el fusilamiento de un policía al final del ataque sí haya sido publicado y -efecto Streisand en acción- se haya vuelto viral. Muchísimas personas heridas, doce de ellos muertos, es comprensible que se quiera preservar a las familias de los asesinados, pero también sería meter la realidad bajo la alfombra. Alguien los mató, a sangre fría, en el caso de este hombre, cuando estaba desarmado, herido, y pidiendo clemencia. Su historia no merece ser minimizada ni invisibilizada. Es doloroso para muchos, es chocante para varios, es desagradable para otros, pero ahí están los hechos.

La primera reacción de muchos de aquellos que no pertenecemos a la religión islámica -incluyendo a creyentes de otras religiones- fue horrorizarnos, indignarnos, y decir algo similar a "esto es lo que hace el islamismo extremista". Quienes no somos creyentes incluímos en la queja "la religión es el origen de estas bestialidades" y recordar la cantidad de barbaridades hechas en nombre no solo del islamismo, sino del cristianismo, judaísmo, budismo y otros tantos -ismos dogmáticos. Podríamos estar horas discutiendo con teístas de todos los pagos sobre estos temas, y que mientras nosotros les achacamos reyertas históricas y guerras sagradas a quienes no participaron/participan en ellas, ellos nos busquen vueltas para decirnos que tal o cual tirano era ateo,  debates sin sentido basados de extrapolar la hijadeputez individual hacia la población general. Extremistas hay de todos las formas y colores, desde la cima de las montañas hasta debajo de una baldosa.

 Vuelvo a recordar la diferencia entre creencia (totalmente subjetiva) y la religión (institución con simbologías, normativas y establecimientos específicos, arraigada en un sustrato económico, sociocultural y psicológico determinado y particular) y quisiera recordar también que ser teísta no es lo mismo que ser religioso, ser cualquiera de las dos cosas no implica ser fundamentalista.

"Si Mahoma volviese:
-Yo soy el profeta, pendejo.
- Cállate la boca, infiel."


Con esto que dije anteriormente no quiero que se entienda que esto sucedió desde manos de religiosos por pura casualidad: seamos sensatos, la protección del discurso religioso es constante. Socialmente podemos reírnos de los discursos paranormales, de las pseudociencias, del psicoanálisis, y hasta del cientificismo... pero pocas risas serán tan reprobadas como reírse de Dios o de un libro religioso. Es esta constante protección en el espacio civil, con leyes en contra de la blasfemia y a favor de la "libertad religiosa"(*) la que hizo surgir y crecer estos monstruos hasta el punto en el cual un fanático decida de repente matar a otra persona en defensa del honor de su deidad de preferencia y alguien salte, estúpidamente, a justificarlo mientras dice "¡pero se lo estaba buscando!".

 El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.


Frente a esto, much@s tenemos la tentación de salir a buscar bardo o irnos más de una vez a las manos: como seres humanos tenemos tentaciones y apasionamientos.  Pero salir a romper cabezas en nombre de la tolerancia sería una incoherencia redundante, además de una estupidez. Quedarnos de brazos cruzados, limitándonos a expresarnos en lo justo y necesario para evitar ofender y/o provocar... sería casi el equivalente a tomar voto de silencio, castidad y obediencia para fundar así la Hermandad de la Santísima Corrección Política. Si lo anterior también sonó delirantemente estúpido, es porque lo es. Y es estúpido justamente porque la existencia de una persona y su bienestar siempre tendrá prioridad sobre la existencia y sostenimiento de una idea.

Una idea no merece ningún tipo de respeto, por más antigua, difundida, célebre o popular que sea. Una idea que puede ser sostenida desde la razón quizá merezca consideración, pero jamás veneración y si existen argumentos válidos que la refuten, bienvenidos sean. 
  • No, que usted prefiera una idea frente a otra porque así se le antoja no es un argumento válido.
  • No, que a usted le duela aceptar que quizá se equivocó en sostener esa idea tanto tiempo no es un argumento válido.
  • No, que la persona que defienda una idea contraria no le simpatice no es un argumento válido.
  • No, que usted pueda herirme físicamente si sigo sosteniendo una idea que le fastidia no es un argumento válido.
La masacre en Charlie Hebdo es una invitación para que la sociedad entera se pare un minuto a reflexionar qué cuernos está haciendo. Para que aquellos creyentes se cuestionen las consecuencias de creer ciegamente en un libro que los envía a convertir a todo coste a quien no comparta su fe y adónde queda el mensaje de paz que supuestamente hay en las religiones masivas. Para que aquellos que no comparten la fe islámica se pongan un poco también en el lugar de los creyentes perseguidos en Francia (porque mientras termino de escribir esto, se están atacando mezquitas y acosando a personas musulmanas a modo de represalia) porque dos fanáticos de mierda mataron a 12 personas porque no encontraron otro modo de defender su creencia (lo cual habla clarísimo sobre la consistencia de la misma) y dijeron que era en nombre del Islam. Es para que todos repensemos hasta qué punto puede llegar el caprichito infantil de sostener que una idea merece respeto.
 


Je Suis Charlie.


(*) Las leyes civiles tienen a la religión bajo el ala, y es así que surgen libertades que no terminan donde empiezan la de los demás sino que las fagocitan. Un niño queda legalmente ligado de por vida a la Iglesia Católica cuando los padres se encaprichan en bautizarlo y es prácticamente imposible desligarse a pesar de dar expreso testimonio de ello. Se sostienen los cultos oficiales a través de los impuestos de la población toda denotando que sostener moralmente a una fracción de la misma es mucho más importante que una inversión extra en la salud y educación general. Criticar una idea religiosa se considera equivalente a una calumnia/ofensa personal y es denunciable en organismos de defensa contra la discriminación -y es penalizable por ley-. Más que libertad religiosa, es un pase libre para oprimir, exprimir e imponerse impunemente sobre el resto.

lunes, 17 de febrero de 2014

Garca yo, garca él, garcas nosotros.

El desafío de los educadores de pensarnos como aprendices de nuestra propia práctica, en lugar de dispensadores de saber.

Hace más de un año, me propuse escribir sobre un tema de Biología cada lunes para anticiparme a la tarea de tener que enseñar dentro de un aula. Fue un intento de buscar la forma de introducir los conocimientos sobre Biología de una manera un poco más amena que la horrorosa tortura de "profesor introduce el tema, luego lean de tal página a tal página, luego hagan el cuestionario". 

Todo se diluyó al poco tiempo de haber empezado. Eché la culpa a la falta de tiempo, cuando en realidad analizando la situación, el tiempo fue meramente una excusa. Fue desgano, desgano puro y tajante, causado justamente por estar encontrándome constantemente con métodos y actitudes profesoriles/estudiantiles que, de a momentos, minaron la voluntad de convertirme en docente. Debo admitir que en algunos momentos llegué a justificar esos métodos y actitudes y al darme cuenta, se me sacudieron una parte de las ganas de seguir en esto:


1) "Somos adultos y en tanto nos corresponde ser responsables de nuestro propio aprendizaje"

2) "Si algo no sale, es cuestión de sentarse y trabajar para poder conseguir la meta"

3) "Hay gente que simplemente no quiere aprender". 


Pues bien, es así como uno se convierte en un docente garca. 



1) Sí, es cierto que somos adultos y debemos ser responsables de nuestro propio aprendizaje. Lo gracioso es que escuché decir esto a docentes que ante un pifie, un concepto incorrecto en sus alumnos o una pregunta en medio de clase optan por esquivar, callar, o hasta prepotear estudiantes con comentarios que van desde la ridiculización hasta la ofensa directa hacia el consultante. Otros tantos se quejan de la falta de atención hacia lo dado en la clase, a pesar de tener la tendencia de divagar con comentarios random en un alto porcentaje de la clase. Y están quienes, horrorosamente, aplican libro y guías de trabajo como método único para introducir y desarrollar temas para luego criticar la falta de enfoque crítico y la tendencia a copiar/memorizar citas textuales de los textos.

¿Por qué garca? Principalmente no podés pretender que un alumno tome "el aprendizaje en sus manos" si penalizás el error e increpás a la gente cuando te hacen preguntas. Ese es tu trabajo quieras o no, y si no estás dispuesto a hacerlo, si no querés hacerlo, o si te cansa hacerlo, cambiá de laburo  o jubilate (si tenés una pizca de dignidad) o armate de paciencia y enfrentá la que se viene. Caso contrario,  estás estafando a tus alumnos, y cagándole el trabajo al profesor que los tenga en su clase el próximo nivel. 

Por otra parte, estamos en una era en la cual la información fluye en abundancia a través de Internet. Si vas a dosificar contenidos sin darle pelota a la respuesta del receptor, si vas a entremezclar los temas con comentarios banales, o si simplemente entendés que aprender consiste en conocer el texto del especialista Fulanito de Tal entre el párrafo 5 y 7 del tomo 2, entonces no hay diferencia entre vos y una computadora con acceso a internet o con software didáctico. De hecho, recurriendo a estos últimos, el educando se ahorrará prepoteos y humillaciones, estando mejor predispuesto para abordar el estudio.

Si una máquina puede hacer eso, ¿Para qué cuernos quiero ser docente?

Una máquina no puede detectar la causa por la cual un alumno no está aprendiendo. Puede detectar errores en los datos procesados, pero no puede decirle claramente a Menganito,  que haga los ejercicios paso por paso, detalladamente para no equivocarse en Matemática porque tiene errores de arrastre. Internet puede enumerar métodos de estudio, pero no puede  sugerir a tiempo que Fulanita dibuje para estudiar anatomía debido a que la ha visto garabatear clases enteras (aunque Fulanita no lo sepa) y podría servirle de apoyo. Internet no puede decir "me equivoqué" y explicar por qué de manera constructiva, y raro es encontrar una página dentro de las primeras en los motores de búsqueda que incentiven una postura crítica, o hagan hincapié en contenidos procedimentales/actitudinales que son fundamentales a la hora de evaluar un alumno. 


2) Sí, la práctica es un pilar fundamental para el aprendizaje, y muchas veces la obtención de buenos resultados depende de la cantidad de horas-culo que hayas gastado hasta conseguir ese click que hay entre no entender algo, y entenderlo bien. Y también es cierto que la realización de dicha tarea depende en buena parte de la voluntad del estudiante. 

Garca de todas formas. Una vez obtenido el resultado, si ese conocimiento no tiene ese "algo" que lo valide como útil o al menos interesante, quedará cajoneado en el olvido. Y es aquí donde está el gran error: pretender explicar el conocimiento científico como algo separado de la cotidianeidad de quien aprende, como si fuera esa cosa grande, magnánima e inalcanzable que sólamente practican (y comprenden) un par de loquitos nerdoides encerrados en un laboratorio lejano. 

Hay que sacarnos el acartonamiento de encima y permitirnos admitir que puede enseñarse Química desde una cocina o usando limpiadores hogareños; que la Matemática puede ser un juego de incógnitas a resolver siguiendo las reglas del juego para cada problema que se presente; que el patio de una casa o el mismo cuerpo humano rebosan de oportunidades para la Biología;  y que no hay nada más poético que enseñar Física mirando el color del cielo, revoleando y dejando caer cosas, o inclusive, viendo un partido de pool o de fútbol. 

Al hacer esto no estamos diluyendo la ciencia o pelotudizándola, sino todo lo contrario: estamos enriqueciendo la experiencia cotidiana y haciendo que ese conocimiento impartido perdure en el día a día. El dejar pasar dicha oportunidad es casi criminal. Más aún es achacarle la culpa a un estudiante porque no encuentra la forma de comprender la teoría cuando no ha tenido la oportunidad de verle el punto de contacto con la realidad. 



3) "Hay gente que simplemente no quiere aprender" es una frase armada a conveniencia.
Garca, garca, garca. 
  • Hay gente con atención volátil, y ahí es donde entra la necesidad de paciencia y vocación para soportar la pequeña puñalada en el ego que es que alguien no te quiera dar pelota cuando debería estar dándote pelota y para admitir que tenés que laburar en tu carisma, o tesón, para insistir en la tarea de redirigir esa atención hacia el tema a enseñar. Y si no depende de tu performance, pues estás en obligación de informar la situación a quien corresponda para ver si se puede hacer algo al respecto. 
  • Hay gente con falta de interés, y ahí entra la capacidad de persuasión para convencerlos de darle una oportunidad a eso que estamos enseñando, así como la capacidad de argumentar si nos encontramos con alumnos "rebeldes".
  • Hay gente que no encuentra una manera de estudiar a su medida que le sirva para aprender, y mucha veces sucede debido a la forma en que damos una clase. Sería estúpido decir que en una clase de mínimo, 30 personas, todos tienen la misma historia, contexto sociocultural, forma de acercarse al conocimiento, voluntad, formas de interpretación, experiencias positivas y negativas frente al estudio, métodos de estudio, y mil porquerías más. Por transición, es estúpido pretender que todos aprendan al mismo tiempo, de la misma forma, con la misma guía y las mismas instrucciones. 


Así también es estúpido pretender que una única persona esté al tanto de la situación personal de cada individuo dentro de todos los grupos que incluyen una enorme cantidad de personas que un profesor ve por unas pocas horas, unos pocos días a la semana. Simplemente digo que aquél que peque de inflexible y simplista como para decir "hay gente que no quiere aprender" debería ejercitarse en la autocrítica.
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Con todo este pataleo que acabo de largar, no quiero que se entienda que estoy disparándole a los docentes con metralleta. Ni tampoco quiero que se interprete que estoy a favor del "pobrecito, aprobalo", porque eso también es de garca. 

Ser docente es un trabajo de locos, se lo digo frecuentemente a aquél que me venga con el discursillo de "no quieren trabajar" cuando se hace paro en reclamo de mejores condiciones de trabajo o de un salario digno, o peor que peor, cuando algún idiota dice que se trabajan 4 horas al día y hay tres meses de vacaciones cuando hay pobres diablos que laburan meses sin recibir un sueldo, en condiciones pésimas, con una buena parte del sueldo en negro y esas cuatro horas enfrente de un curso tienen una sumatoria de varias horas ad-honorem que se dedican a preparar planificaciones, clases, evaluaciones, correr de escuela a escuela si sos profesor, entre otras tareas que te toca hacer en tu laburo. 

Como docente, vas a tener que lidiar con directivos de todo tipo y con ambientes humanos complejísimos; con las mañas de cada uno de tus compañeros de laburo que podrán ayudarte o cagarte la vida; con un montón de pibitos que vienen con la cabeza revuelta a complicarte el día o a sacarte una sonrisa; con contenidos que no tenés la más perra idea de cómo presentar de manera tal que puedan asimilarse; con el cagazo de hacer algo mal o equivocarte, y que te eso te cueste tu autoridad frente a un curso; con padres desbocados que vendrán a quejarse por las notas (como si las notas dijeran, realmente, algo sobre sus hijos); con un montón de laburo extra por fuera de la escuela que preferirías revolear al cuerno para estar un rato con tus seres queridos, o haciendo cualquier estupidez que te quite las ganas de patear el tablero; con sensaciones encontradas en el trayecto de tu carrera como docente, enfrentado con tu pasado de estudiante; con la sensación de poder hacer algo, o el horror de no poder hacer nada. Pero eso no quita que, a pesar de que la estés peleando y de que no te dés cuenta, llegues a estar dentro del grupo de los que aplican estas excusas garcas. 

Y quienes estamos en en el trayecto de educarnos para educar, frente a cosas así, corremos el riesgo de repetir las mismas porquerías o de justificarlas teniendo en cuenta la forma en la cual se nos enseña, como comenté en los inicios de este posteo. Así también corremos el riesgo de desganarnos, amargarnos, y joder profundamente a otros en el proceso cuando nos toque ejercer. 

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Ahora, recapitulando: pienso seguir manteniendo el blog, al ritmo que me dé. Necesitaba decir toooodo lo que escribí arriba porque es una de las causas por las cuales colgué prácticamente todo (otra, una muy de peso, es la fiaca, me hago cargo) y necesitaba liberarlo al mundo. 


Buen lunes.

viernes, 8 de marzo de 2013

¿Feliz día?


En la tele te pasan propagandas de perfumitos, cremas y otras yerbas cargadas de cosas lindas, corazoncitos, un montón de imágenes de madres con sus hijos, y todos tirando flores porque las mujeres son todas lindas, buenas, pacientes, constantes, fuertes, tenaces, dulces, serenas, amorosas, maternales, dedicadas, voluntariosas, y cuarentamil etcéteras.

Santas en el hogar, devotas de los hijos, apasionadas en la cama, incondicionales en el amor, bellas a la vista. De todo, menos humanas. 

Y tod@ pelotud@ que te cruzás te dice "feliz día de la mujer" como quien te tira "feliz día de la portación de útero y tetas", y no sé cómo se supone que una deba reaccionar. La intención es buena, seh, pero... ¡Vamos! ¿Qué mérito tiene una mujer sólamente por haber nacido con dos cromosomas X?  Porque al parecer, eso es lo que se entiende socialmente como el día de la mujer: una oda a tus ovarios porque fuiste buena todo el año, y de paso, comprate ésto, nena. 


Estoy consciente de que mi discusito debe sonar a ella. 

¿Por qué le tengo tanto odio al día de la mujer tal como se lo está presentando? Porque me parece cargado de hipocresía. De nada sirve un día para que te regalen flores, o para que una ande contenta por el hecho de ser mujer. La esencia del día de la mujer se ha convertido en una ocasión para vender vestidos y cosméticos. Como se concibe hoy en día, el día de la mujer es una ocasión especial para halagar a todas esas mujeres-electrodoméstico por su utilidad, y a todas esas mujeres-objeto en virtud de su femineidad y belleza, ambos íconos del feminismo televisivo berreta. 

Hablando de feminismo berreta [no ese machismo disfrazado de cordero de la tele, sino ese que se hace llamar feminismo con mayúscula]... Vamos, muchachas. Me he cruzado más de una hembra castradora con pancarta Feminista en mano al grito de que las mujeres somos superiores a los hombres. Genial sugerencia ¡Pasemos de oprimidas a opresoras! Aclaro el sarcasmo en la oración anterior, y de paso, marche a sus ideas también un gargajo argumental, porque de nuevo, independientemente de las particularidades biológicas del cuerpo masculino y femenino que vuelven al hombre más rentable en un trabajo que requiera fuerza física,  esa "superioridad" que se enarbola en los demás aspectos que podrían aplicarse al trabajo y a la vida misma es mero capricho de quien la reclama. Ningún sexo es más inteligente que el otro, ni más intuitivo, ni más social (ni existen bases sólidas desde las cuales argumentar tal postura, ya que estamos). No merecemos nuestros Derechos por ser mujeres, como he oído por ahí. Los merecemos por ser seres humanos. 

Por otro lado, no pretendo pintar a los hombres como bestias testiculares defenestradoras de mujeres, no. La culpa no es de los hombres en general, y espero que lo que dije en otros párrafos no se entienda de ese modo. Hablo de una sociedad y una cultura que privilegia al hombre frente a la mujer, y de esa sociedad forman parte también una buena cantidad de mujeres entre el grupo de los que señalan con el dedo a cualquier salmón nadando a contracorriente, diferenciando constantemente los roles que debe ocupar cada sexo . Tanto hombres y mujeres deben luchar por equidad de condiciones porque ambos se encuentran oprimidos por la misma situación. Esta no debe ser en absoluto una lucha femenina, es una lucha humana. 

El origen del día de la mujer es el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Un día para rememorar la lucha por el derecho al voto, la igualdad a la hora de ocupar cargos públicos, el derecho a trabajar, a ser formadas profesionalmente y a no ser discriminadas.

Vivimos en un mundo en el cual las diferencias siguen manteniéndose en pie. Seguimos viviendo en un mundo en donde las religiones someten a la mujer a ser un cero a la izquierda sin derecho a voz ni voto y en el cual la violencia hacia las mujeres y el trato como si fueran objetos sigue dándose constantemente. Donde se sigue negando el derecho a la salud reproductiva y al planeamiento familiar, y donde se sigue considerando que el logro más importante en la vida de una mujer es madre, y el rol femenino es parir. Donde se sigue mirando entre las piernas a la hora de calificar una persona para desarrollar un trabajo a pesar de la calificación para ejercerlo. Donde las oportunidades y la justicia siguen haciendo diferencias en base al sexo. 

Las flores son al pedo, los regalos son al pedo, las felicitaciones son al pedo. No es el día de la portación de tetas y útero: eso no es ningún logro. 


Es una oportunidad más para recordar que las mujeres 
no siempre estuvimos en la condición de hoy, 
y de que el reclamo por una sociedad equitativa
 sigue estando en pie.